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Da New Herald

Autore: Frengo
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Date: 23/11/2005
Time: 08.11

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Da New Herald Castro llama a sus seguidores a salvar la revolución

CARLOS BATISTA / AFP

LA HABANA

Casi 47 años después de tomar el poder, el gobernante cubano Fidel Castro convocó a sus seguidores a salvar la revolución, amenazada de muerte por la corrupción, ilegalidades y desaciertos económicos, para lo cual anunció una cruzada contra esos males y medidas de ahorro y austeridad. ''La batalla contra esas desviaciones es de vida o muerte, de ¡Patria o Muerte!'', advirtió Castro la noche del jueves en un discurso de casi seis horas en La Universidad de La Habana. Castro sacudió a su joven auditorio: ''este país puede autodestruirse por sí mismo, esta revolución puede autodestruirse'' si no logra eliminar los problemas acumulados, que se agudizaron con la crisis económica de los años 90. El primer error fue ''creer que sabíamos como se construía el socialismo'', señaló en tono de autocrítica y afirmó que ``no tengo miedo de asumir las responsabilidades que tenga que asumir''. A partir de 1993, su gobierno aprobó una serie de medidas ''con elementos de mercado'' para enfrentar la crisis, los que según el gobernante agudizaron viejos problemas, generaron desigualdades y permitieron la aparición de los ``nuevos ricos''. Castro, de 79 años, fustigó a ''quienes creyeron que con métodos capitalistas iban a construir el socialismo'' y se distanció de errores propios y del modelo soviético. Para lograr ''un cambio total de la sociedad cubana'' y que ''cada ciudadano viva fundamentalmente de su trabajo y de sus pensiones'', anunció una batida total contra la corrupción, el desvío de recursos y las ilegalidades. Las primeras medidas anticorrupción ya comenzaron: sustitución de empleados en gasolineras por trabajadores sociales, los nuevos cruzados en la batalla. Para voltear la pirámide, sanear la economía y lograr un bienestar austero diferente al de ''la sociedad de consumo'', Castro esbozó una serie de medidas económicas que estimó imprescindibles. Entre ellas, un fuerte ahorro energético, para el cual aumentarán las tarifas eléctricas a los mayores consumidores y habrá un fuerte control en el consumo, despilfarro y desvío de combustibles, lo que ahorraría $2,000 millones anuales. También habló de la posibilidad de que desaparezcan los restaurantes privados (paladares); de una disminución de los subsidios estatales al consumo privado, en alimentos, transporte, electricidad y combustible doméstico. Dejó entrever nuevas devaluaciones del peso convertible frente a la moneda nacional (24 a uno actualmente) y del dólar frente al peso convertible (80 centavos de dólar por uno). Pero el nudo gordiano es la desaparición inmediata de la ''libreta'', cartilla de racionamiento alimentario vigente desde 1962, cuyos subsidios cuestan a las arcas estatales más de $600 millones anuales. ''La libreta no da para vivir, pero sin ella no se puede vivir'', dijo un preocupado obrero fabril de 38 años, padre de familia, que no ha conocido otra forma de distribución.

Ultimo aggiornamento: 16-11-06